Para empezar, debo confesar que yo al comienzo solo quería jugar, pero fue pasando el tiempo y esas ganas se me empezaron a quitar, pues me empecé a enamorar y ya la estaba empezando a amar.
Su espíritu y su alma empecé a anhelar, pues en ella sé que puedo confiar.
Y ahora que ya no está, solo quiero verla regresar, quiero volverla a abrazar, para así empezar a amarla una vez más .
Si usted señora, no puede ver esta sinceridad de mi parte, entienda que eso mi alma parte, porque aparte de querer lo mejor para su hija, también quiero darle mi mejor parte.
No se deje engañar, pero por mi parte, la empiezo a extrañar.
Me robó mi vida, y ahora ella me liquida, llevándose mi alegría.
Me la paso hablando de ella, hasta con las estrellas.
Señora, yo con su hija solo quiero un buen día, de esos que pintan de alegría, de esos que duran toda una vida.
Por favor, entienda que mi amor no es egoísta, le soy realista?, mi amor es de entrega total, y desde el momento en que la amé, ya la anhelé, ya la extrañé.
Señora, míreme enamorado, me dilatan las pupilas, cuando ella está ahí tan bonita frente a mi siento que me faltan pilas.
Poesía tras poesía puedo hacer una osadía.
Pero mi mayor osadía sería día tras día darle alegría.
Finalmente termino hablando sin mente, pero siendo consciente de que la gente miente.