Por qué funciona: Esta frase invita a la otra persona a explicar su perspectiva sin sentir que está siendo atacada. Fomenta el diálogo en lugar del enfrentamiento.
Impacto: Muestra interés genuino, lo que disminuye la defensiva y permite una comunicación abierta y respetuosa.
Cuándo usarla: En debates o desacuerdos donde necesitas entender el punto de vista de la otra persona antes de responder.
2. «Puede que sea yo quien esté equivocado, pero…»
Por qué funciona: Reconocer la posibilidad de estar equivocado reduce la tensión y desarma al interlocutor, creando un ambiente más relajado para el intercambio de ideas.
Impacto: Refleja humildad y disposición para aprender, lo que favorece una conversación más constructiva.
Cuándo usarla: En situaciones donde existe una fuerte discrepancia, pero deseas mantener la calma y el respeto mutuo.
3. «Me pregunto si…»
Por qué funciona: Plantear una idea como una pregunta evita imponer tu opinión y abre la puerta a una conversación colaborativa en lugar de competitiva.
Impacto: Invita a reflexionar juntos en lugar de generar un choque de perspectivas, disminuyendo el riesgo de conflictos.
Cuándo usarla: Cuando deseas compartir tu opinión o solución sin invalidar la postura de la otra persona.
4. «Es muy interesante lo que dices porque yo lo veo diferente.»
Por qué funciona: Reconoce la validez de la opinión del otro antes de expresar tu desacuerdo, lo que evita que la otra persona se sienta ignorada o atacada.
Impacto: Permite expresar un punto de vista distinto sin generar rechazo, fomentando un intercambio saludable de ideas.
Cuándo usarla: En debates donde las opiniones son opuestas y deseas evitar que la conversación se torne agresiva.