Aún sigo aquí... justo en el mismo lugar en el que nos dimos ese último beso, ese último abrazo, ese último "te amo" .

Se siente muy solitario, a veces el silencio se convierte en un verdadero martirio, pero igual no me quiero ir. Sigo aquí, sentada... mirando a través de la ventana esperando a que regreses, esperando a que me abraces y esperando a que me ames. ¿Por qué? ¿Por qué tenías que irte así? ¿Cómo es eso de que un día amas tanto a alguien a tal punto de dar tu vida y al otro día ya no importa nada? ¿A eso le llamas amor? ¡Mírame! Mira lo que soy sin tí, mira en lo que me convertí ahora que no estás, como me duele vivir de esta forma. Salir de mi habitación y fingir que nada pasó es lo que hago desde hace meses, fingir que no me dueles, soportar los absurdos y repetidos comentarios que no hacen más que calar en mí.... Yo sé que te fuiste, no volviste nunca más, estás con alguien y me han dicho que la amas... tu sí te fuiste, mientras tanto yo aún sigo aquí, esperando.