El taxi sin conductor
En las madrugadas, algunos aseguran haber subido a un taxi que se conduce sin nadie al volante. El auto arranca y lleva al pasajero a un bosque alejado .Cuando intenta salir, le resulta imposible ya que las puertas están trabadas. Al final, el auto lo vuelve a llevar donde lo recogió y las puertas se abren automáticamente, pero antes de hacerlo, un rostro espectral observa desde el retrovisor al aterrado viajero.
Fran Laviada