Ya no te echo tanto de menos... aprendí a vivir sin tí, sin tus abrazos y tus besos .
Aprendí a vivir sin esos chistes malos que de alguna forma me hacían vivir. Lastimosamente aprender no es lo mismo que olvidar. Aún pienso en tí, cada día, cada segundo. Aún siento ese extraño vacío en mi pecho que se siente costumbre...
Sé que no me amas, sé que no me extrañas y que pensar en mí solo te hace sentir mal. Mal por haberme dejado de esta forma, mal por no haberme amado.
La verdad no sé si odiarte, si buscarte, si dejarte ir. Pero solo espero que esto pase pronto, porque lo único que deseo es encontrar tranquilidad y que tu te vayas a la mierda.