1. Descansa bien: Asegúrate de dormir lo suficiente la noche anterior .La falta de sueño afecta la concentración y el rendimiento.
2. Come adecuadamente: Toma un desayuno o comida equilibrada antes del examen que incluya carbohidratos complejos, proteínas y frutas para mantener la energía y concentración.
3. Respira profundamente: Antes de comenzar, realiza ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés y calmar la mente.
4. Organiza tus materiales: Ten todos los elementos necesarios listos (lápices, calculadora, etc.) para no distraerte buscando cosas.
5. Lee todas las instrucciones: Antes de empezar, lee cuidadosamente las instrucciones para entender bien lo que se te pide.
6. Gestiona el tiempo: Divide el tiempo de examen entre las secciones o preguntas para evitar quedarte sin tiempo y tener que apresurarte al final.
7. Empieza por lo más fácil: Responde primero las preguntas que te resulten más fáciles para ganar confianza y dejar más tiempo para las más difíciles.
8. Evita distracciones: Concéntrate solo en tu examen y evita mirar a tu alrededor. Enfócate en tus respuestas y bloquea los ruidos externos.
9. Toma descansos cortos: Si es un examen largo, tómate unos segundos para cerrar los ojos o estirar un poco las manos, ayudando a recargar tu concentración.
10. Mantén una mentalidad positiva: Evita pensamientos negativos como “no lo lograré” y reemplázalos con afirmaciones como “puedo hacerlo”.
11. Hidrátate: Mantente hidratado bebiendo agua antes y durante el examen, si es permitido. La deshidratación puede afectar la concentración.
12. No te obsesiones con una pregunta: Si una pregunta es difícil, pasa a la siguiente y vuelve a ella al final si tienes tiempo.