- Capítulo 14 -
(Segunda parte)
El “Poder” (ese misterioso ente, que mueve los hilos del mundo), tenido en cuenta como la capacidad de ejercer un dominio hegemónico sobre los individuos, con independencia de cuál sea su condición social, ideología, raza, sexo..., utiliza muchos caminos para conseguir sus fines, y por eso emplea las armas de:
1.- El analfabetismo y la incultura. Si el ciudadano es más bien “cortito”, más fácil se le engaña.
2.- Asustar a la gente, funciona siempre: ¡Cuidado, qué viene el Lobo! (y no precisamente, el del turrón) .El miedo, siempre fue un recurso excelente para manejar voluntades y sumar adhesiones (¡Solo nosotros podemos protegerte!)
3.- ¡La letra con sangre entra!. Cuando el autoritarismo adquiere su máxima expresión, la careta se cae al suelo y la “Bestia”, muestra su verdadera cara.
Afortunadamente en España, de momento, y salvo alguna intentona golpista “patética”, que no merece la pena ni mencionar, nuestra salud democrática, es excelente y los “ruidos de sables”, hace ya mucho tiempo que dejaron de sonar, aunque siempre hay algún "loco", que echa de menos los gloriosos tiempos de una "Grande y Libre" (y cosas por el estilo).
Y cuando ya estamos listos para depositar nuestro “papelito” en la urna, ¿qué criterio nos guía para que sea el de un partido u otro?
Puede que haya más, pero los expuestos a continuación, seguro que están en la mente del votante:
(Esto es tan solo un ejemplo, que nadie se engañe).
Y esto es lo que hay.
¡Una ración de urnas a la plancha, por favor!
¡Y qué usted lo vote bien!
Continuará…
Fran Laviada