Se dice que algunos alimentos, como la piña, pueden influir en el sabor del semen, haciéndolo más dulce o menos amargo. La idea es que, debido a la cantidad de azúcares naturales y ácido cítrico que contiene, el consumo regular de piña podría mejorar el sabor, aunque esta teoría no tiene respaldo científico contundente.
Otros factores, como la dieta en general, el consumo de agua y la reducción de alimentos con sabores fuertes (ajo, cebolla, carnes rojas, alcohol y cafeína) también pueden tener un impacto en el sabor del semen.