Te fuiste sin que pudiera despedirme de ti, sin poder decirte que te amo, sin poder darte un último beso.
Un día por la mañana estabas y por la tarde te habías ido dejándome con mi soledad.
Porque esta tarde llore, grite e insulte a todo el que se me puso por delante, pero nada de eso hizo que volvieras y mucho menos calmo mi dolor.
Y solo cuando te llevaron y estuviste rodeado de gente vestida de negro, entendí que no volvería a ver tu sonrisa, nunca más sentiría tus caricias y besos, no me volvería a despertar por la mañana y encontraría tu lado de la cama caliente.
Te fuiste llevándote todo el calor, el sentido y el color de mi vida contigo.
Y entendí que no se extraña a quien no te escribo o no te llama, entendí que realmente extrañas a alguien cuando sabes que no lo volverás a ver porque se ha ido para siempre.