1 lata de leche condensada (aproximadamente 400 g)
1 lata de leche evaporada (aproximadamente 400 g)
1 taza de crema de leche (crema para batir)
Para la cobertura:
1 taza de crema de leche para batir
3 cucharadas de azúcar glas (opcional)
Canela en polvo para decorar (opcional)
Preparación
1. Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde rectangular de aproximadamente 23x33 cm.
2 .
Mezcla los ingredientes secos: tamiza la harina y el polvo de hornear en un tazón y resérvalo.
3. Bate las claras: con una batidora, bate las claras de huevo hasta que formen picos suaves. Agrega poco a poco el azúcar y sigue batiendo hasta que estén firmes y brillantes.
4. Incorpora las yemas: añade las yemas de una en una, mezclando bien después de cada adición. Agrega la leche y la vainilla.
5. Añade la harina: incorpora la mezcla de harina poco a poco, mezclando con una espátula en movimientos envolventes.
6. Hornea el pastel: vierte la mezcla en el molde y hornea durante 25-30 minutos o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio. Deja enfriar unos minutos y haz agujeros con un tenedor para que absorba las leches.
7. Prepara las tres leches: en un tazón, mezcla la leche condensada, la leche evaporada y la crema de leche. Vierte esta mezcla sobre el pastel, asegurándote de cubrir toda la superficie.
8. Refrigera: deja el pastel en el refrigerador al menos 3 horas o, mejor aún, toda la noche para que absorba bien las leches.
9. Bate la cobertura: bate la crema de leche con el azúcar glas hasta que esté firme y espumosa. Cubre el pastel y decora con un poco de canela en polvo si deseas.