Si bien la pasión por el fútbol es una experiencia emocional profunda, también está intrínsecamente ligada a la estrategia y a la inteligencia que se despliegan en el juego.
El fútbol como un juego de inteligencia: El fútbol es un deporte donde el cerebro y las piernas se fusionan para conseguir el triunfo. Esto implica que la pasión por el fútbol no se limita solo a la emoción, sino que también abarca la apreciación de la comprensión táctica y estratégica del juego.
Apreciación de las tácticas: Hay que destacar la importancia de descubrir los diferentes planteamientos tácticos de los mejores entrenadores para comprender mejor el juego .Este discernimiento táctico (que siempre debe de estar alejado de todo apasionamiento excesivo) permite a los aficionados apreciar la complejidad del juego y disfrutar aún más de la pasión que sienten por el fútbol.
Claridad mental en el juego: Como ya se ha mencionado en otros artículos en los que se habla de fútbol, el concepto de ver con claridad, pensar con rapidez, actuar con velocidad y jugar en equipo enfatiza la importancia de la agudeza mental en el fútbol. Esta combinación de pensamiento estratégico y acción rápida es fundamental para el éxito en la competición, y no cabe duda que la pasión por el fútbol es el detonante principal para impulsar a los jugadores a desarrollar sus habilidades.
El entusiasmo generado por el fútbol no se limita a una experiencia emocional de los que intervienen directamente en el juego sino que también impulsa a los seguidores de los equipos a apreciar la inteligencia, la complejidad táctica y la estrategia empleada que se encuentran en el corazón de este deporte multitudinario llamado fútbol.
Paco Arias. Entrenador Nacional