A veces llega un día que parece uno más, pero en el que algo cambia. Recuerdo un momento como ese: estaba sentada sola, con mi mente llena de pensamientos de autocrítica, cargando la sensación de no ser suficiente .
Siempre he sido la persona que dice “si” a todo, a todos….excepto a mí misma. Era como si al complacer a los demás intentara ganarme el respeto que yo misma no me daba.
En ese instante, algo me hizo ver que merecía ser mi prioridad. Empecé a preguntarme: ¿qué pasaría si, por una vez, me eligiera a mí misma? Elegir decir “no” a lo que no me llena, elegir descanso cuando lo necesito y sobre todo, elegir valorarme tal y como soy.
Desde ese momento, la vida cambió. No fue inmediato ni perfecto, pero cada pequeño acto de amor propio comenzó a construir algo dentro de mí. Ahora entiendo que ser fuerte también significa permitirte sanar, ser imperfecta, y a veces decirme: “hoy estoy haciendo lo mejor que puedo y eso es suficiente “
Si tú también necesitas un recordatorio: eres suficiente , ámate como te amas solo cuando estás bien, también en los días difíciles. Eres tu mejor inversión