El rojo suele asociarse con la emoción intensa, la pasión y la energía .
Azul es el color de la calma, la serenidad y la confianza. Es muy utilizado en ambientes de trabajo o por empresas que buscan transmitir seguridad. Tiende a generar una sensación de paz, reduce el estrés y es ideal para momentos que requieren concentración.
Asociado con la luz del sol, el amarillo simboliza la alegría, el optimismo y la creatividad. Aunque en exceso puede ser abrumador, se ha comprobado que este color puede estimular la mente y mejorar el ánimo, siendo ideal para lugares donde se busca generar energía positiva.
El verde, relacionado con la naturaleza, representa el crecimiento, la tranquilidad y la salud. Es un color relajante que ayuda a reducir la fatiga visual y es popular en entornos donde se busca promover la paz y la renovación.
Negro transmite poder, elegancia y formalidad. Muy presente en moda y diseño de lujo, evoca autoridad y exclusividad, aunque en exceso puede sentirse intimidante o asociado a emociones como la tristeza o el misterio.
Combinando la vitalidad del rojo y la alegría del amarillo, el naranja es sinónimo de entusiasmo y creatividad. Este color es ideal para espacios de trabajo o lugares donde se requiere inspiración, aunque en exceso puede resultar agobiante.
Púrpura es el color de la realeza, el lujo y la espiritualidad. Tiene un efecto calmante y al mismo tiempo inspira creatividad y misterio. En marketing, se usa para marcas que buscan transmitir sofisticación, especialmente en productos de belleza y cuidado personal.
Blanco simboliza pureza, paz y claridad, por lo que es común en hospitales y productos de higiene. Al dar sensación de espacio y simplicidad, es ideal para lugares que requieren claridad mental y orden.
Rosa se asocia con la delicadeza, la ternura y el amor. Es un color calmante que suele utilizarse en contextos donde se busca evocar amabilidad y cercanía, como en productos de cuidado personal y juguetes infantiles.
El gris es un color neutral que transmite estabilidad, seriedad y profesionalismo. Aunque a veces se asocia con falta de emoción, es ideal en espacios de trabajo que requieren un enfoque sin distracciones y es popular en marcas corporativas.