No siempre necesitamos grandes gestos para saber que somos amados. A veces, el amor se esconde en esos detalles que parecen pequeños pero que juntos construyen algo inmenso .
Es el toque sutil en la mano cuando el mundo parece derrumbarse, la sonrisa compartida al final de un día agotador, o es abrazo que dice ”aquí estoy “ sin pronunciar una sola palabra.
Amor es eso: construirnos, reconocernos en las imperfecciones y, aún así, permanecer. Es entender que no somos perfectos, pero en esa imperfección encontramos algo que nos hace únicos. Al final, el amor es eso que nos despierta, nos desafía, y sobre todo, nos acompaña, incluso cuando el camino no es fácil.