Mirando atrás aún no sé exactamente cuando los mensajes empezaron a ser diarios o cuando empezó a considerarte y a pensar en ti como mi mejor amiga, y sabes que, que no me importa porque no cambiara nada de lo que ha pasado entre nosotras para llegar a nuestra amistad.
Una amistad que no cambiaría por nada en el mundo,
una amistad en la que los mensajes son diarios y sobre cualquier chorrada,
tampoco cambiará las interminables horas hablando de películas, libros o música
los buenos días y las buenas noches,
tus problemas amorosos y mis horas como sicóloga de gratis, porque por ti vale la pena.