Entre miradas y silencios, encontramos un lenguaje que solo nuestros cuerpos conocen. No hace faltar decir nada; el tacto, la respiración, los latidos…todo habla .
Nos decimos tanto sin palabras, nos descubrimos entre caricias que borran las distancias. En esos momentos, no existen más que nuestros deseos sinceros y desnudos, construyendo un mundo propio donde el tiempo parece detenerse.
Es ahí en la profundidad de lo no dicho, donde se entrelazan nuestras almas y cada roca es una promesa de permanecer ❤️?