El rodaje de Terminator (1984), la icónica película que lanzó a la fama a James Cameron y consolidó a Arnold Schwarzenegger como una estrella de acción, estuvo lleno de tensiones. A pesar de su éxito mundial y su estatus como uno de los clásicos de la ciencia ficción, la producción fue caótica y desafiante .
El tenso momento ocurrió durante el rodaje de la escena del club Tech Noir. Schwarzenegger, vestido como el Terminator, se acercó a Daly y, en lo que parecía ser una broma, sacó una Colt 45 automática y le dijo en tono serio: "Personalmente, no me gusta", refiriéndose a la sonrisa constante del productor. Daly no volvió al set después de eso.
Cameron también mencionó los retos de filmar con un presupuesto ajustado de seis millones de dólares, lo que llevó al equipo a tomar atajos, como grabar la escena final sin permisos, alegando que era un proyecto de estudiantes cuando apareció la policía.
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