1. Gunther IV
Gunther IV es un perro de raza Rottweiler que se hizo famoso por heredar una fortuna impresionante .
Bajo la supervisión de un fideicomisario, Gunther IV ha vivido como un verdadero aristócrata, viajando en avión privado y disfrutando de mansiones en lugares como Italia y Miami. Su historia no solo destaca el amor de su dueña por su mascota, sino también cómo los animales pueden ser considerados herederos en las decisiones testamentarias. La fortuna ha sido administrada de tal manera que también se han financiado diversas iniciativas benéficas.
2. Boo
Boo, el famoso Pomerania, se convirtió en un fenómeno de internet y, gracias a su popularidad, también heredó una pequeña fortuna. Conocido como "el perro más lindo del mundo", Boo se hizo famoso a través de su cuenta de Facebook, donde acumuló millones de seguidores. Su dueño, que se dedicaba a cuidar de su imagen, empezó a recibir ofertas de marcas para promocionar productos para mascotas.
La combinación de su encanto y su presencia en redes sociales llevó a Boo a generar ingresos significativos a través de patrocinios, merchandising y libros. Aunque no heredó una fortuna en el sentido tradicional, su dueño aprovechó su fama para asegurar un futuro financiero estable para Boo, quien vivió una vida llena de lujos y atención.
3. Toby Rimes
Toby Rimes fue un perro de raza Terrier que se convirtió en uno de los perros más ricos del mundo tras la muerte de su dueña, la millonaria Leona Helmsley, en 2007. Helmsley, conocida como la "Reina de los Hoteles", dejó 12 millones de dólares en su testamento específicamente para el cuidado de Toby. A pesar de las disputas legales sobre el testamento, la mayor parte de la herencia fue finalmente garantizada para el perro.
Toby disfrutó de una vida de lujo, con un equipo de cuidadores y acceso a lo mejor en alimentación y salud. La historia de Toby destaca la relación entre los humanos y sus mascotas, así como las decisiones inusuales que pueden tomarse en la planificación patrimonial. Sin embargo, también generó controversia en torno a la gran suma de dinero destinada a un animal en comparación con la herencia de personas.
4. Blackie
Blackie es un gato que, al igual que los perros, también se ganó su lugar en la historia de las herencias. Sin embargo, es interesante mencionar que su historia incluye a su compañero canino, un perro llamado Jimi. Cuando su dueño, el millonario Ben Rea, falleció en 1988, dejó una herencia de 12 millones de dólares, de los cuales la mayoría fue destinada a cuidar de Blackie y Jimi.
El legado de Rea no solo garantizó una vida cómoda para sus mascotas, sino que también incluía el mantenimiento de su hogar. La historia de Blackie y Jimi pone de relieve cómo algunas personas ven a sus mascotas como parte de la familia, dispuestas a asegurarse de que tengan un futuro protegido y lleno de comodidades.
