Al comienzo entramos en un amor profundo, dónde todo es maravilloso y la persona perfecta no podría ser más perfecta. Cómo si adivinara las palabras de mi cabeza y las pusiera en su boca. Con los meses vamos nivelando energías y la cosa se vuelve monótona, ya las conciencias parecen una obviedad y las rispideces se arreglan en la cama. Avanzando en los años, quizás, las rispideces se vuelven charlas de horas eternas dónde ninguno quiere dar el brazo a torcer o quizás para esta altura ya cada uno fue por su camino. Es en este punto donde surge la pregunta "¿Cuánto pesa el amor?", el amor al otro con el que compartis tu vida, tus momentos, con el que batallas porque amas y con el que resignas por las mismas razones. Aveces el amor te cansa y mucho, porque no vibran igual...porque necesitas avanzar, porque evolucionas y ahí es donde pesa de verdad; dónde te ahoga, te dobla y atrapa tanto que te agobia, tantas veces a la noche apretando tu almohada lloraste por no romper un corazón que no amabas más, pero la culpa te inunda y te hace abandonarte a vos. Es que, lo que te tiene que pesar es tu propio amor...el que vos mismo te das o no te das, el que tenés que trabajar y por el que te tenés que preocupar, como vas a descubrir como amar a otro si todavía no sabes amarte a vos. .