Y en los momentos en los que más decía estar bien, estaba hecha trozos. Llorando como nunca y sonriendo como siempre .
Porque aprendí que, más allá de llorar, los procesos se atraviesan así: sonriendo como si nada, aunque adentro esté doliendo como todo. Ya que, más allá de ganar batallas, me apostaba a mí, dejaba el miedo y lo daba todo. Porque yo siempre fui ese todo que merecía darlo, aún, cuando no tenía todo.❤️?