Historia de "Ozymandias"
"Ozymandias" es un poema escrito por Percy Bysshe Shelley en 1818. El poema es famoso por su reflexión sobre el poder, la grandeza y la transitoriedad de la vida y las obras humanas.
Contexto del Poema
El poema fue inspirado por una estatua de Ramsés II, un faraón egipcio, que fue conocido por sus grandes logros y construcciones monumentales .
Resumen del Poema
El poema comienza con un viajero que narra a un narrador la historia de una estatua colossal que se encuentra en un desierto. Esta estatua es de un rey, Ozymandias, que se erige en medio de ruinas, simbolizando su antigua grandeza.
Descripción de la Estatua: La estatua está rota, con un rostro que muestra la arrogancia y el desdén del rey. Aunque una vez fue impresionante, ahora se encuentra destrozada y olvidada.
Inscripción: En la base de la estatua hay una inscripción que proclama el poder y la grandeza de Ozymandias: "Soy Ozymandias, rey de reyes; mira mis obras, poderosos, y desespera." Esta declaración resalta la soberbia del rey y su creencia en su propia inmortalidad.
Contraste con el Entorno: Sin embargo, el entorno es desolador; el vasto desierto rodea la estatua, sugiriendo que, a pesar de su grandeza, el poder es efímero y el tiempo eventualmente consume incluso a los más poderosos.
Temas Principales
1. La Vanidad del Poder: El poema enfatiza que el poder y la grandeza son temporales. Ozymandias, a pesar de su arrogancia, ha sido olvidado y su imperio ha caído en la ruina.
2. El Tiempo y la Decadencia: La naturaleza y el tiempo descomponen las obras humanas. La estatua, que una vez fue un símbolo de poder, ahora es solo un vestigio en un desierto.
3. La Ironía: La proclamación de Ozymandias se convierte en una ironía, ya que lo que una vez fue un llamado a la grandeza ahora sirve como recordatorio de su eventual caída.
Impacto y Legado
"Ozymandias" es considerado uno de los poemas más importantes de la poesía romántica. Su mensaje sobre la futilidad del poder y la inevitable decadencia ha resonado a lo largo de los años, y ha influido en muchos escritores y artistas.
El poema ha sido interpretado en diversas obras y se utiliza frecuentemente para ilustrar la fragilidad de la ambición humana. La figura de Ozymandias se ha convertido en un símbolo del orgullo y la vanidad, recordándonos que la grandeza es solo temporal.