La Sanidad puede existir en Capitalismo y no nos vamos a morir por ello
Hace 4 días
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Se plantea una idea sobre las posibles acciones que las empresas de salud podrían implementar para ofrecer servicios médicos en un entorno capitalista. Destacando la relación entre el sistema económico y la atención sanitaria .

Al contrario de lo que muchos piensan, una sanidad privada, pagada y personalizada no sería tan cara. 


Primeramente, hay que señalar que no todas las personas poseen las mismas enfermedades, con las mismas dificultades ni tienen el mismo estilo de vida. Dentro de esto, se podría evaluar a cada persona para ofrecer una cobertura u otra de salud. 


He de indicar que el estilo de vida o el tipo de trabajo también influiría en el mismo precio de este modelo de sanidad ( mensual ) ya que el peligro de sufrir un daño sobre tu cuerpo no es el mismo en un trabajo estático como el de oficina que en un trabajo en movimiento como en un almacén.  


Además, trabajos que conllevaran manejo de máquinas, sustancias peligrosas o posibles accidentes laborales aumentaría la cuota mensual de esta misma sanidad privada. Sin embargo, el capitalismo permitiría que las propias empresas ofertaran vacantes de trabajo con el pago mensual de la misma sanidad y así que cada trabajador estuviera cubierto frente a su salud. 


Para que esto fuera posible, las empresas de sanidad crearían una subscripción anual y reducida para empresas con una cantidad determinada de personas bajo la cobertura de salud. Los empresarios pagarían más o menos cantidad en concepto de sanidad a sus trabajadores según la cantidad de personas en el negocio y, como se ve en las subscripciones actuales, poder cambiar de plan para cubrir a más empleados. 


Asimismo, a nivel particular, si una persona contratara una cobertura de salud por su cuenta, tras una evaluación gratuita, tendría una cuota de un precio u otro. Siendo las personas con buenos hábitos las que menos dinero gastarían en sanidad y las personas con malos hábitos las que pagarían más.  


Fomentándose una sociedad cada vez más sana para ahorrar tanto en dinero como en recursos. 


Hay que añadir que, para el acceso de los medicamentos, si no son para enfermedades demasiado complicadas, el capitalismo podría permitir que los civiles pudieran optar por comprar directamente a los laboratorios sin intermediarios.  


Es decir, sin las farmacéuticas. 


No obstante, las farmacias serían más caras por estar más cerca; supuesto que los laboratorios, para su función, estarían en lugares alejados como en el caso de los almacenes. Con todo y con eso, sumando gasolina y coste del medicamento, sería más barato que comprar en la farmacia. 


Solo que comprar en farmacia sería más cómodo, opción que muchas personas usarían. Porque la comodidad se paga. 


Para contextualizar un poco, en España se pagan entre 6.607€ y 27.200€ en impuestos; siendo una parte de esos perfectamente capaz de ser usados por los individuos para pagar este tipo de sanidad. El precio del pack más bajo de la sanidad de Suiza es de unos 320 euros al mes, lo que al año se traduce en casi 4000 euros. Puedes sustraer del mínimo de los impuestos que se pagan ( 6.607€ ) más un incremento que puedes tener de ahorro de tu propio sueldo para costearte una sanidad privada con todos los elementos mencionados, y todavía sobraría para otra cosa. 


Esto nos lleva a considerar que la compra de estos servicios conlleva la posibilidad de saber a qué empresas le proporcionas tu dinero, cuánto dinero le proporcionas y el cómo se gestiona ese dinero. 


Viendo ese panorama, el cliente puede perfectamente seguir pagando en ese negocio o irse a otro si no le convence lo que están haciendo; fomentando así la competencia de empresas para ofrecer el mejor servicio al mejor precio. 


Entra en el tema la libertad, porque a diferencia de un sistema público, el usuario tendría la posibilidad y la libertad de elegir un servicio en una u otra empresa médica o incluso de no hacerlo si considera que no debe estar protegido. 


Otra idea, como que un joven, aun trabajando, viviera en casa de sus padres y estuviera cubierto por el pack médico familiar. Esto le permitiría ahorrar ese dinero para mejorar su calidad de vida o directamente tener un acuerdo con los padres para estar dentro del pack y él estar emancipado. 


Lo que refleja otra ventaja que podrían ofrecer y ofertar las empresas de salud: los packs familiares. 


Prosigamos con el uso de herramientas que ya tenemos: las videollamadas y las apps de las empresas de sanidad. 


Añado esto porque entra en escena el modelo de la app de sanidad. La cual se puede ramificar en varias opciones que permitirían, no solo una sanidad en capitalismo, sino incluso una sanidad gratuita a pesar de que esta sea privada. 


Lo cual sería capaz si en la app de una empresa de este ámbito se incluyera la publicidad, lo que generaría el dinero suficiente para cubrir cosas básicas como la atención sanitaria que no sería tan cara debido a los útiles de la era moderna. 


Ejemplos de estos útiles son las llamadas o videollamadas, que ahorrarían parte de los gastos de gestión, de desplazamiento al centro sanitario y los costes derivados de mantener un edificio para tales cosas. 


Además, proporcionaría un resultado casi inmediato para dolores comunes por parte del profesional; siendo también capaz de dar recetas para este caso porque la generación de dinero de publicidad en la app podría solventar estos costes. 


También gracias a la introducción de la competencia en el mercado, que las esperas para ser atendido no ocuparían tanto tiempo por división de los clientes en diferentes empresas; cosa que en el sector público sí pasa. 


Con la gestión de la app se permitiría el acceso, más directo, a los doctores por chat. 


Otro punto por destacar del pago de la salud por parte de las empresas; ellas sabrían si falseas el parte médico o no. Si hay duda, la empresa pudiera preguntar a los profesionales que te han atendido para corroborar tu veracidad. 


Un añadido más de este tema son las temibles enfermedades difíciles o casi incurables. 


Hay que aclarar una pequeña cosa y es que, pese de ser una sanidad privada, con la existencia de un capitalismo fuerte, las personas siguen siendo personas. A los humanos nos caracterizan la supervivencia y las emociones, así que, habría organizaciones privadas de personas que destinarían sus recursos a cuidar y ayudar a personas con enfermedades crónicas. 


O esas personas caritativas que también podrían ser inteligentes y encontrar una forma para recaudar el dinero para ayudar a las personas discapacitadas que depende de otras. 


Ejemplos de ello pueden ser:  


organizaciones con publicidad dentro y fuera de los centros de ayuda, aunque la publicidad de dentro no sería tan útil porque las personas que van a esos centros no tendrían el dinero suficiente para comprar más cosas, pero si sus acompañantes o los propios trabajadores voluntarios. Fuera del centro y, en las inmediaciones al mismo, la publicidad podría servir para aquellas personas que pasaran cerca de esos sitios, ya sea por carretera o andando. 


Un acceso gratuito a todas las personas para que entraran a los baños. Esto se podría implementar, tanto en hospitales, como en centros de ayuda como en otra zona mercantil, la opción de ver un vídeo de publicidad mientras estás orinando. 


De media una persona sana tarda de entre 21 a 30 segundos y esa sería la duración de la publicidad en los baños para que te salga gratis y además contribuir económicamente sin la necesidad de dar dinero a la asociación. 


También se podrían ofrecer descuentos en la sanidad a quienes pasaran por los baños y vieran un vídeo completo. Debido a colaboraciones entre empresas de sanidad y centros de ayuda a dependientes. 


Otro ejemplo más donde la inversión sería más alta; seguimos con los baños usados por las personas de forma gratuita, pero con un complejo sistema de generación de electricidad mediante la fuerza de la caída del agua del baño o de un sistema de generación de agua potable. 


Ambas serían vendidas a empresas de agua o de electricidad, siendo gratuito el uso del baño, suministrando el dinero suficiente para la atención de las personas crónicas y contribuyendo al medio ambiente. 


¿Cómo solventaría el hecho de la vacunación el capitalismo? 


Es tan sencillo como remontarnos al pasado, solo que con el hecho de la ayuda de la tecnología, en concepto de información.  


En el origen de las vacunas, las personas al principio no se vacunaban porque tenían miedo a lo desconocido y muchos de ellos morían por causa de esas enfermedades que podrían haber aguantado con una vacuna.  


Sin embargo, gracias a la ciencia y a comprar esas vacunas para soportar la viruela, la población observó que la gente se curaba de las enfermedades y decidieron comprarlas masivamente. 


La gente prefería comprar las vacunas para evitar morir por la enfermedad y la tecnología entra en escena para indicar que la información acerca de la medicina está ahí, por lo que las personas podrían investigar fuertemente sobre los beneficios de vacunarse y eso acabaría pasando. 


Simplemente se comercializarían las vacunas y los humanos las comprarían, no obstante, las empresas sanitarias lo podrían incluir en sus servicios por el pago mensual. Los civiles podrían también comprarlas en laboratorios como ya mencioné. 


Esto último da pie a aquellas personas dentro de la sanidad que quisieran vacunarse ya que dentro de su propio trabajo podrían tener beneficios médicos y estar incluidos estos tratamientos y otros. Además, esos sanitarios o doctores podrían ir a comprar a los laboratorios o a donde saliera más barato porque sabrían esta información al trabajar en sanidad y, sabiendo ellos sobre medicina poder ponérselas ellos mismos. 


En los casos en que un médico cambie o salga de una empresa, podría ofrecer sus servicios como médico autónomo acudiendo a domicilios para quienes quisieran un trato más personalizado o para quienes no quisieran tener que cambiar de doctor. 


Expandimos el negocio de la sanidad al mundo entero para hablar acerca de la globalización en este campo. Con la globalización se permitiría un comercio libre que otorgaría a los usuarios la obtención de las medicinas de otro país a precios más bajos como pasa con China y sus productos, por ejemplo. 


Es verdad que también los avances tecnológicos permitirían la creación de robots sanitarios en las empresas y en los hogares. Imagina un robot en tu casa que pudiera curarte las heridas o proporcionar consejos médicos basados en toda la medicina estudiada. 


La posibilidad de tener una máquina, parecida a un quirófano, en casa para que, con inteligencia artificial pueda hacer una operación necesaria en el cuerpo humano y sin un gran salto en el tiempo para acudir a una cita con el hospital como pasa en el sistema público. 


Es cierto que esto quitaría muchos puestos de trabajo, pero también es conveniente decir que sería mucho más barato que un plan de precio o que una operación porque la máquina sería una gran inversión que duraría varias décadas. 


Eso sí, los utensilios y los materiales medicinales estarían a cargo de cada persona, por lo que mensualmente sería otro desembolso. Aunque una parte de este negocio podría ofrecer servicios de máquinas médicas que estarían calibradas y calificadas por expertos de la salud para los hogares. 


Igualmente, en las empresas sanitarias podría haber de estas máquinas para reducir esperas y para agilizar procesos, siempre combinando profesionales con herramientas tecnológicas. 


Gracias y hasta pronto. 

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