Ubisoft está enfrentando una serie de desafíos significativos, tras el fracaso comercial de Star Wars Outlaws. Yves Guillemot, CEO de la compañía, admitió durante una llamada con inversores que las ventas del juego fueron mucho más bajas de lo esperado, atribuyendo este fracaso a las "expectativas extraordinarias" de los jugadores .
"En el mercado competitivo de hoy, con jugadores que esperan experiencias extraordinarias, ofrecer una calidad sólida ya no es suficiente", afirmó Guillemot.
El mal desempeño de Star Wars Outlaws, que vendió apenas un millón de copias en su primer mes, contrasta fuertemente con el éxito de otros títulos de Ubisoft, como Assassin's Creed Mirage, que logró vender cinco millones de copias en tres meses. Este resultado ha llevado a que Ubisoft retrase el lanzamiento de su próximo juego, Assassin's Creed Shadows, para mejorar su calidad y evitar errores similares. La situación ha generado dudas sobre la capacidad de la compañía para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado, y ha dejado una marca en su reputación en un momento en que enfrenta presión tanto de los inversores como de los fanáticos.
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