Anoche después de tenerte me quedé en silencio pensando en lo que acababa de suceder, podía sentir el latido de mi corazón en las yemas de mis dedos y podía ver aún mi labial embarrado sobre tus labios, luego te fuiste como te vas siempre y pensé definitivamente he perdido la cordura. Hasta la mujer más inteligente, más culta, con más mundo por amor la pierde y justo se enamora de quién menos se imagina .