= Planificar y organizar =

Es de una gran importancia disponer y llevar a la práctica una adecuada planificación y organización del entrenamiento en la formación de jóvenes futbolistas. Algo que sin duda alguna resulta un aspecto clave para alcanzar los objetivos a corto, medio y largo plazo que se hayan establecido y garantizar que cada sesión de trabajo desarrollada en el terreno de juego sea productiva, y al mismo tiempo contribuya al crecimiento del jugador. 

Para lograr una buena planificación, se deben tener en cuenta una serie de factores como el calendario de competición, el estado físico de los futbolistas, y los objetivos específicos establecidos en cada sesión de entrenamiento.

Una vez planificada la actividad que se va a realizar, es importante organizar bien la práctica para asegurarse de que se aproveche al máximo el tiempo disponible .

Otro aspecto clave de la organización es la evaluación continua y el seguimiento de los progresos de cada chico. Esto permite identificar fortalezas y debilidades y ajustar la planificación y como consecuencia de ellos, precisar con más eficacia la actividad la hora de entrenar. También es importante tener en cuenta la retroalimentación de los jugadores y sus opiniones para mejorar la eficacia de la tarea que se ponga en práctica,

En resumen, planificar y organizar, son aspectos cruciales para lograr resultados positivos en la formación de jóvenes futbolistas. Una buena planificación y organización permite aprovechar al máximo el tiempo disponible, garantizar la eficacia de cada sesión de entrenamiento y contribuir al desarrollo continuo de cada jugador.

Sin un plan bien estructurado y un orden correctamente establecido y eficiente, es difícil lograr los resultados deseados y mejorar el rendimiento de los futbolistas. 

Aquí hay algunos consejos que se deben de tener en cuenta para planificar y organizar sesiones de entrenamiento efectivas:

1. Establecer unos objetivos claros. Antes de comenzar a planificar el calendario de entrenamientos, es importante determinar las metas que se quieren alcanzar, que deben de ser específicas, medibles y los más realistas que sea posible, además deben estar de acuerdo con la evolución a largo plazo de los jugadores.

1. Una vez determinados los objetivos y teniendo claro el camino a seguir, es hora de crear una adecuada programación de las sesiones de trabajo. Aquí hemos de considerar los días que vamos a entrenar y los de descanso, los partidos de competición y otros amistosos que nos pueda ser interesante disputar con vistas a una mejor preparación del equipo. Así mismo, hay que tener previsto el tiempo establecido para cada sesión de entrenamiento.

1. También hay que ser conscientes que es muy conveniente variar los diferentes tipos de ensayos que se vayan a realizar. Eso es un factor clave para mantener el interés y la motivación de los futbolistas. Y las variantes han de ser tanto físicas, como técnicas y tácticas. La monotonía que lleva a repetir con frecuencia el mismo modelo de entrenamiento hay que evitarlo por todos los medios, si se quiere conseguir mantener el interés y el entusiasmo por el trabajo que debe de presidir el acontecer habitual de todos los deportistas con independencia de la especialidad que practiquen.

1. Se han de asignar tareas claras en cada sesión para que tanto los jugadores como los ayudantes (si es que el técnico principal puede disponer de la colaboración de una o varias personas) sepan lo que tienen que hacer para conseguir que el entrenamiento sea lo más productivo posible.

1. Es de gran valor evaluar los resultados de cada sesión de trabajo para ajustar de una forma más eficaz la planificación establecida. Esta nunca debe de ser inamovible, ya que lo más probable es que según va transcurriendo la temporada haya que realizar los cambios adecuados en función de las exigencias del momento. Y esto puede incluir diversas modificaciones que, entre otros aspectos, guardan relación con el tipo de ejercicios, la asignación de determinadas tareas, o la intensidad y duración de la actividad. Estos ajustes continuos sirven a los entrenadores para tratar de mejorar el rendimiento de los futbolistas y conseguir unos resultados más positivos, con respecto al juego y también a los resultados, teniendo en cuenta que estos van a ser más determinantes a medida que la edad de los componentes del equipo es mayor.