= Elegir actividades y ejercicios =

Una vez establecidos los objetivos que se pretenden lograr, es fundamental elegir actividades y entrenamientos que nos ayuden a alcanzarlos. El fútbol base es un mundo especial que está formado por una estructura compleja que requiere una combinación de una serie de destrezas técnicas, físicas, tácticas y psicológicas, por lo que es importante que los ejercicios sean variados y aborden todos estos aspectos .

En el ámbito técnico, los ejercicios deben enfocarse en mejorar las habilidades individuales de los jugadores, como el control de balón, el golpeo, el pase, el tiro, la conducción… Para ello, se pueden utilizar ejercicios simples como regatear conos u otro tipo de obstáculos, y evolucionando luego con prácticas más avanzadas, pasando de la ejecución individual a la que se realiza por parejas, para poco a poco ir aumentando el número de jugadores, además de otras actividades como pueden ser los circuitos técnicos con diversas variantes y partidos en espacios reducidos que permitan aplicar las aptitudes individuales en situaciones reales de juego durante los partidos.

En el aspecto físico, los ejercicios deben ayudar a los futbolistas a mejorar su resistencia, fuerza, velocidad, agilidad y otras capacidades. Esto puede incluir sesiones de entrenamiento diverso, como trabajo en circuito, carreras cortas, ejercicios de mejora de la fuerza apropiados para el fútbol y otros apartados que vendrán determinados en diversos aspectos importantes por la edad de los jugadores a los que se está entrenando.

En el campo táctico, los entrenamientos establecidos deben ayudar a los jugadores a comprender y aplicar una serie de conceptos fundamentales, como son el juego colectivo, la posición en el campo y la toma de decisiones, entre otros aprendizajes que el futbolista debe de ir adquiriendo a lo largo de las diferentes etapas formativas que vaya superando. 

A lo que ya hemos indicado y estableciendo un plan progresivo en la actividad desarrollada, se irán poniendo en práctica, entre otros, ejercicios de posicionamiento, partidos reducidos con objetivos tácticos muy específicos y sesiones de entrenamiento en grupo para trabajar la comunicación. Esto va a permitir a todos los miembros del colectivo establecer una poderosa conexión que sirva para fomentar algo tan imprescindible en el fútbol como es el trabajo en equipo.

Por último, en el ámbito psicológico, es muy importante estimular la confianza y la motivación de los jugadores. Esto puede incluir diversas actividades en las que por ejemplo se pongan en práctica sesiones de entrenamiento que favorezcan de manera progresiva la mentalidad competitiva del grupo. Y también llevando a cabo el desarrollo de una serie de tareas en las que se ejercite la capacidad de concentración.

En definitiva, es conveniente elegir los ejercicios adecuados para darle sentido al trabajo y actividades que sean divertidas en la medida de lo posible. Y también desafiantes, entretenidas y que fomenten el aprendizaje y el proceso evolutivo de los futbolistas. Algo sin duda imprescindible en las etapas de formación. 

Además, es también importante tener en cuenta el nivel de los jugadores y ajustar el trabajo a realizar. Por ejemplo, los deportistas más jóvenes pueden necesitar prácticas más sencillas y centradas en la mejora de determinadas destrezas individuales, mientras que los jugadores más avanzados o de mayor edad, pueden requerir ejercicios más complejos y enfocados en la mejor comprensión táctica.

Y hay que recordar en todo momento que el objetivo final es formar futuros jugadores que sean lo más talentosos posible, sobre todo a la hora de entender lo que es el juego del fútbol. Y que además demuestren su pasión por el deporte que han elegido, y esto siempre es más fácil de conseguir cuando los técnicos que trabajan en el mundo del fútbol base ponen en práctica entrenamientos bien planificados, motivadores, valiosos y amenos.

Autor: Paco Arias

Técnico Deportivo Superior. 

Entrenador Nacional de Fútbol-Nivel III.

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