Rafa menciona que, aunque Berlín tiene altos costos de vivienda, similares a los de otras grandes ciudades, hay una gran descompensación entre la oferta y la demanda .
Rafa se sorprende por la prevalencia del consumo de drogas en Berlín. Comenta que nunca había visto tanta gente usando sustancias como en esta ciudad, lo que crea dinámicas sociales extrañas. Esta observación resalta un problema significativo en el entorno social que afecta la percepción y la calidad de vida en Berlín.
A pesar de que Berlín tiene mucha vegetación, Rafa siente que la ciudad está aislada social y físicamente. Extraña tener acceso a la naturaleza más allá del entorno urbano y percibe que el tiempo parece detenido en Berlín, con muchas personas viviendo en su propio mundo. Esta sensación de aislamiento y desconexión con el mundo exterior es una de las razones que le hacen reconsiderar su permanencia en la ciudad.
Rafa encuentra difícil establecer amistades en Berlín. Considera que las personas están muy cómodas consigo mismas y no se implican emocionalmente fácilmente con otros. Además, muchas personas llegan temporalmente a la ciudad, lo que dificulta construir relaciones duraderas. Esta falta de conexiones profundas y el sentimiento de transitoriedad afectan su deseo de quedarse en Berlín a largo plazo.
Estas reflexiones de Rafa sobre su experiencia en Berlín destacan los desafíos y contrastes que pueden surgir al mudarse a una nueva ciudad, incluso cuando se trata de un lugar que siempre ha sido un sueño.