Uno de los principales argumentos para elegir servicios alternativos al taxi, como Uber, ha sido históricamente su bajo costo y la capacidad de conocer el precio antes de contratar. Sin embargo, esto está cambiando, ya que muchos usuarios han notado un incremento significativo en las tarifas, haciendo que la ventaja del precio desaparezca .
La historia comenzó cuando Steve Levy, de Wired, necesitó realizar un trayecto de 4,75 km en Nueva York para reunirse con el CEO de Uber. Al pedirle que estimara el costo del viaje, el CEO calculó unos 20 dólares, pero el precio real fue de 51,69 dólares con propina incluida, lo que generó una reacción de incredulidad por parte del CEO. Este episodio subraya una desconexión significativa entre los altos directivos y los servicios básicos de su empresa. Pese a que el CEO justificó las tarifas elevadas mencionando la inflación y el aumento de los salarios de los conductores, el hecho es que los precios han casi duplicado entre 2018 y 2021, contradictoriamente a las promesas de reducción de costos.
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