Mi amigo Nicolás estaba próximo a cumplir cien años, pero tenía una salud de hierro y aunque andaba ya algo escaso de movilidad y necesitaba un bastón para caminar, su agilidad mental era todavía sorprendente y siempre me insistía:
— ¡Pablito (aunque yo ya había cumplido con holgura los cuarenta), no te quedes nunca con la duda, tu pregunta, y si sé la respuesta, te contestaré satisfecho y feliz de haber podido ayudarte!
— ¡Pero es que es una pregunta muy larga, mejor dicho, son muchas preguntas en una sola! Le dije al anciano.
— ¡No te preocupes, a mi edad ya no tengo cosas más importantes en las que ocupar mi tiempo, así que soy todo oídos! Me respondió Nicolás.
Y yo siguiendo sus indicaciones y abusando mucho de su generosa bondad e inacabable paciencia le solté mi kilométrica pregunta:
— ¿Se puede (ser): golpe y escudo, herida y sutura, amante y asesino, corrupto y parecer honrado, juez y parte, multimillonario y comunista, borracho y abstemio, martillo y clavo, problema y solución, pecado y perdón, tonto y político, feliz y creérselo, bucear sin mojarse, gafas y no tener cristales, frío y no temblar, preguntar siempre y no responder nunca, punto y aparte y punto y seguido, sol y no calentar nunca, rico a cualquier precio, ángel y demonio, pobre y no morir en el intento, canalla y ciudadano ejemplar, generoso y no dar limosnas, cobarde y no tener miedo, héroe y asesino, valiente y no dar la cara, pez y anzuelo, llave y cerrojo, fuego y agua, golpe y caricia, amante y maltratador, volar sin alas, poner los cuernos a tu pareja y que ella siempre sea fiel, no ser empático y querer que los demás se pongan en tu lugar, ser católico militante y putero practicante, estar en el infierno con la vista puesta en el cielo, vivir y tener el corazón en el paro, padre y no tener hijos, nadar y guardar la ropa, ver y tener los ojos vendados, estar enamorado y no tener a quien querer, agradecido y nunca dar las gracias, prisionero y sentirse libre, isla y no vivir en medio del mar, correr y no avanzar ni un metro, mirar hacia atrás sin girar el cuello, luz y vivir en le oscuridad, predicar y no dar ejemplo, auténtico y vivir imitando a los demás, tener personalidad siendo una marioneta, lanzarse al vacío y no tener paracaídas, pie y no caminar nunca, lobo y oveja, sombrero y no tener cabeza, creer en Dios y no respetar al prójimo, intranquilidad y calma, persona y comportarse como una bestia, vender verdades mintiendo, madrugar sin levantarse temprano, hablar estando en silencio, mirar al suelo y ver la luz al final del túnel, vivir y dejar vivir y ser sin serlo?
¿Tú qué opinas Nicolás? ¡Nicolás! ¡NICOLÁS!
¡Ya me lo temía, demasiada pregunta para un hombre tan mayor!
Nicolás R.I.P.
Fran Laviada