Javier de Haro destaca que, para que los niños entiendan lo que es una relación de pareja saludable, deben ver a sus padres demostrarse amor no solo con palabras, sino también a través de hechos, detalles y gestos cotidianos .
El psicólogo señala que es inevitable que surjan momentos de tensión en cualquier relación, pero es fundamental que los niños vean que sus padres se tratan con respeto incluso en medio de desacuerdos. Mostrar cómo se manejan los conflictos con disculpas y reconciliación, y nunca irse a dormir sin desearse buenas noches, enseña a los pequeños que el respeto mutuo y la capacidad de resolver diferencias son componentes cruciales de una relación sana.
De Haro subraya la importancia de que los padres se valoren mutuamente de manera natural. Esto incluye expresar palabras amables, mostrar complicidad y agradecerse con frecuencia. Al hacerlo, los niños aprenden a reconocer la importancia de la apreciación y el valor mutuo en una relación, entendiendo que las muestras de aprecio y reconocimiento fortalecen los lazos familiares y contribuyen a una convivencia armoniosa.
La diversión en pareja es otro aspecto clave que los hijos deben observar. De Haro menciona que los niños deben ver a sus padres riendo juntos y compartiendo momentos de alegría y entretenimiento. La risa compartida y la capacidad de disfrutar juntos fortalecen la relación y demuestran que una relación saludable también puede ser una fuente de felicidad y diversión.
Finalmente, De Haro enfatiza la importancia del trabajo en equipo dentro de la familia. Es crucial que los niños vean que en casa todos se apoyan mutuamente y que las tareas se comparten. Este enfoque enseña a los pequeños la cooperación y la solidaridad, mostrándoles que todos los miembros de la familia contribuyen y se ayudan, reforzando la idea de que en un equipo todos suman.