Esta situación podría prefigurar la manera en que las empresas de reparto enfrentarán las regulaciones en Europa tras la aprobación de la ley Rider en España y la Normativa Europea de Trabajo en Plataformas. Los repartidores, a pesar de obtener algunas mejoras como el sueldo mínimo, siguen enfrentando desafíos significativos, como la falta de remuneración por los tiempos de espera. Aunque la "Ley Rider" tiene el potencial de mejorar las condiciones laborales, su aplicación efectiva es crucial, y las estrategias de las empresas para adaptarse podrían tener impactos negativos, como la reducción de propinas.

El escenario para los repartidores es complejo tanto en Estados Unidos como en Europa, con un negocio que requiere transformarse para sobrevivir. Las exigencias legales sobre la relación laboral con los repartidores están aumentando, y las empresas frecuentemente pierden en los tribunales, lo que ha llevado a la implementación de medidas como el sueldo mínimo.

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