La tecnología wearable ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, brindando nuevas oportunidades para el seguimiento y la mejora de la salud personal. En este artículo, exploraremos los avances en tecnología de uso diario y cómo estos dispositivos pueden ayudarnos a vivir de manera más sostenible y consciente.

¿Qué es la tecnología wearable?

La palabra wearable proviene del inglés y hace referencia a accesorios tecnológicos que una persona puede llevar puestos .

Para ser considerado como tecnología de uso diario, un dispositivo debe cumplir dos requisitos fundamentales:

1. Incorporar un microprocesador: Esto permite al dispositivo registrar y mostrar datos al usuario.


2. Ser vestible: Es decir, el usuario lo lleva puesto y forma parte de su día a día.

Existen muchos dispositivos wearable, sin embrago entre los más conocidos, están: 

• Reloj inteligente o smartwatch: Estos dispositivos han evolucionado significativamente y permiten desde recibir correos electrónicos hasta pagar en comercios mediante tecnología contactless o sin contacto.


• Pulseras de actividad: Controlan el ritmo cardíaco y la intensidad del ejercicio.


• Plantillas deportivas: Monitorean la pisada para prevenir lesiones.


• Sensores corporales: Pueden medir la temperatura corporal, los signos vitales, la actividad cerebral o la calidad del sueño.


• Wearables para bebés: En forma de patuco (zapatos de ganchillo), calcetín o dispositivo que se coloca sobre la ropa del bebé, los cuales envían datos como la respiración, la temperatura y la posición corporal a un teléfono móvil.

 Estos dispositivos forman parte de nuestra vestimenta diaria y nos permiten monitorear nuestra actividad física, calidad del sueño, ritmo cardíaco, así como otros parámetros de salud. Por esta razón se utilizan tanto en el trabajo como en el deporte.

Usos de la tecnología wearable

1. Medicina y salud: Los wearables recopilan datos como el ritmo cardíaco, la presión arterial, las calorías quemadas y el número de pasos. Son útiles tanto para diseñar rutinas de entrenamiento efectivas como para aplicaciones médicas. Por ejemplo, algunos dispositivos alertan al médico si ciertos parámetros están fuera de rango.


2. Seguimiento ambiental: Además de la salud personal, los wearables también pueden monitorear el entorno. Por ejemplo, sensores ambientales pueden medir la calidad del aire, la exposición a la luz solar y otros factores que afectan nuestra sostenibilidad y bienestar.
   

Desafíos y futuro

Aunque la tecnología wearable ha avanzado enormemente, aún enfrenta desafíos. La precisión de los datos, la duración de la batería y la privacidad son áreas que requieren mejoras. Sin embargo, el futuro es prometedor. La integración con la realidad aumentada y el Internet de las Cosas ampliará aún más las posibilidades de los wearables.

En resumen, los wearables no solo cuentan pasos, sino que también nos ayudan a llevar una vida más consciente y saludable. ¡Sigamos explorando cómo estos dispositivos pueden transformar nuestra forma de vivir!