¿Y ustedes se preguntarán por qué vivo en un espacio bajo tierra?
Pues es algo muy sencillo de explicar. Mi vida es así, desde que me di cuenta de que ahí arriba, el mundo que yo conozco (conocía), se convirtió en un lugar cruel, amenazador e insoportable, en exceso hipócrita (demasiado para mi capacidad de asimilación de lo falso) y cada vez con un aire más irrespirable fruto del hedor de la mierda social circulante, algo en definitiva, brutal en exceso para cierto tipo de sensibilidades como la mía, que alteraba mi buen estado de ánimo en forma de dañina alergia emocional .¡Y del virus de la corrupción, ni hablamos!
¿Les parece a ustedes que tengo motivos suficientes para vivir como un topo?
Fran Laviada