Golpe fatal
Aunque Rosendo había caído muy bajo, no lo mató el fracaso.
Lo que acabó con su vida, fue el golpe.
Apetito
Con la cena sacié mi hambre y con el sueño hice tiempo recuperándola para el desayuno.
Ineficaz frenazo
Cuando frenó, ya se había estrellado.
Siempre anduvo muy mal de reflejos.
Fran Laviada