Sucinta biografía
¡Yo soy y aquí estoy!
Y si es así, tan solo se debe a que sigo vivo, no tengo nada más que decir.
Trasto inútil
Cuando descubrió que era inmortal, le regaló a su abuelo el ataúd que le había tocado en un sorteo organizado por una funeraria.
Adelgazamiento implacable
Adelgazó tanto, que sus pantalones lo succionaron.
Fran Laviada