- Capítulo 3 -
Hay personas que siempre están muy pendientes cuando están en la mesa comiendo, de ver quién mancha el mantel cuando derraman la sopa, y, sin embargo, nunca se preocupan cuando un pelo de su cabeza se cae en el plato.
La caradura de algunos, llega incluso a culpar a la cocinera o al camarero de turno de haber depositado en el sabroso caldo, el inoportuno cabello nadador.
¡Pero tío, como tienes “tanta jeta”, si la cocinera lleva un gorro de plástico, y el pobre camarero es calvo!
Hay quienes ven de lejos el grano en la cara del prójimo y nunca ven de cerca la espinilla (grande y asquerosa) que tienen en su propia cara.
Continuará…
Fran Laviada
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"El terrícola insatisfecho"