Mi marido y yo llevamos veinte años casados y, a pesar del tiempo transcurrido (y de los pronósticos pesimistas, que nos auguraban un sombrío porvenir), soy muy feliz, sobre todo cuando Mauricio se marcha de viaje, algo que hace todas las semanas, pues es agente comercial y se pasa la vida en la carretera. Aunque siendo sincera he de decir que tengo un vecino soltero de muy buen ver y además está en el paro y eso desde luego también ayuda, más bien diría que esa es la clave del éxito de la duración de nuestro matrimonio.
¡En fin, ustedes ya me entienden!
Fran Laviada