— ¿Puedo hacerte una pregunta?
Me dijo un día mi amigo, el Pensador.
— ¡Por supuesto que sí! Le respondí.
Y esto fue lo que me preguntó:
— ¿Eres consciente de que el sufrimiento es algo que va tan unido al ser humano, que quizás sea más provechoso aprender a vivir con él, que romperse continuamente la cabeza para evitarlo?
Y ahí sigo pensando.
Fran Laviada