Para evitarlo hay que establecer períodos de descanso con regularidad y establecer unos determinados límites para que la actividad laboral no se convierta en algo dañino para nuestro organismo. Cuando se hace caso omiso a nuestras necesidades personales, el deterioro que puede experimentar la salud se puede hacer visible cuando las exigencias de nuestro trabajo nos llevan al agotamiento .Y eso hay que evitarlo aplicando a nuestro cuerpo el descanso imprescindible complementado con una alimentación adecuada y un ejercicio físico regular.
Cuando alguien en su trabajo se queda anclado en la rutina y no avanza, es muy probable que la frustración aparezca, tarde o temprano limitando el desarrollo personal del individuo. Por eso, lo mejor es siempre saber adaptarse a los cambios que cada día van apareciendo y verlos en todo momento como una excelente oportunidad para crecer.
Cuando la vida nos regala algo, hay que saber valorarlo siempre. La falta de gratitud en nuestra existencia, nos puede llevar a una sensación permanente de insatisfacción y eso solo nos puede aportar negatividad.
La sabiduría del refrán muy conocido nos dice que es de bien nacidos ser agradecidos, tanto con las circunstancia que nos rodean cuando son positivas como con las personas que nos ayudan. Por eso no está de más, practicar la gratitud con relativa frecuencia. Y siempre valorando las cosas buenas que nos suceden, siendo conscientes del valor que tienen las alegrías (cuando aparecen) de cada día por muy pequeñas que sean.
Un exagerado perfeccionismo puede llevar a las personas a ser víctimas de un miedo incontrolado por temor al fracaso, que, por lo general, suele venir acompañado una ansiedad nunca deseada que en muchas ocasiones se convierte en un gran enemigo muy difícil de vencer.
Para evitar esto, siempre hay que establecer objetivos realistas y, al mismo tiempo, que los errores no se conviertan en obstáculos insuperables, y sí, en una fuente permanente de aprendizaje.
Eso puede conducir a las personas a una exigencia por encima de las posibilidades del individuo que también acarrea una pérdida de tiempo, que casi siempre viene acompañada de frustración al no alcanzar las metas establecidas.
El asunto podría explicarse muy bien con el dicho tan conocido de meter en la boca, tan solo lo que puede masticar. De ahí que sea importante establecer en el trabajo y otras actividades de la vida diaria, unos límites muy claros y al mismo tiempo saber comunicar de forma práctica las necesidades personales que obviamente variarán de un sujeto a otro.
"Más cosas sobre la tranquilidad"
Fran Laviada