Algunos de los errores más habituales que cometemos los seres humanos y que nos generan unos estados frecuentes de intranquilidad, con los siguientes:
Es decir, dejar para mañana lo que se puede (y se debe) hacer hoy. Dejar siempre las cosas para el día siguiente suele generar estrés, y además afecta a nuestro rendimiento .Por eso es recomendable, si la tarea a realizar nos va a llevar demasiado tiempo y esfuerzo, abordarla de forma progresiva. Poco a poco, en pequeños pasos para hacerla más llevadera.
Obsesionarse en exceso con lo que va a suceder a corto o largo plazo, solo sirve para generar una absurda y evitable ansiedad. Es absurdo pensar en algo que todavía no sucedió. Hay que enfocarse siempre en el presente y establecer objetivos realistas.
Hacer siempre lo mismo aumenta de forma considerable nuestro agotamiento, tanto físico como mental, y hace que nuestra motivación existencial disminuya. Por lo tanto, resulta imprescindible, introducir en la vida diaria algunos cambios, aunque sean insignificantes, pero que sirva para incrementar de manera progresiva nuestra curiosidad y nos animen a poner en práctica nuevas actividades que despierten nuestro entusiasmo.
Compararse siempre con el prójimo puede ocasionar una baja autoestima y al mismo tiempo generar en el individuo una insatisfacción vital, que ocasiones se convierte en un malestar permanente. Por eso, los seres humanos, siempre tenemos que saber valorar nuestros logros individuales, por supuesto, en su justa medida (la vanidad desmesurada desgasta en exceso). Y valorar con objetividad nuestras fortalezas, sin preocuparnos en exceso de las peculiaridades de otras personas. Otra cosa bien distinta, es que haya gente que, por su forma de ser, su capacidad y conocimientos, nos aporten enseñanzas muy positivas para nuestra vida, y de la que siempre es interesante obtener el mejor aprendizaje posible.
Sigue…
Fran Laviada