Lo tengo lleno de…
Misteriosos silencios
e indescifrables susurros.
Voces de mujeres que no existen
(¿O sí?)
y avisos caducados.
Mensajes que nunca me mandaron.
Sueños rotos
y promesas incumplidas.
Objetivos imposibles
e interminables esperas.
Publicidad engañosa
y palabras huecas.
Falsos deseos
y frases frías.
Fran Laviada