¡Señor, parece que anda usted un poco despistado!
¡Cuando subo, parece que me toca bajar!
¡Cuando marcho, hay que quedarse!
¡Si me río, me toca llorar!
¡Cuando tengo calor, dicen que hace frío!
¡Salto cuando hay que agacharse!
¿Son los demás los que van mal?
¿Voy yo en la dirección equivocada?
¿Estoy despistado?
¿Y en realidad, me importa?
Pues no.
Fran Laviada