Futuro imperfecto
Nunca llegué a imaginar, cuando iba al colegio, la dirección por la que me iba a llevar la vida. Así que después de emplearme muy a fondo en la tarea, poniendo en ella mis cinco sentidos y a base de interminables horas de estudio, además de mucho esfuerzo y una gran dedicación, me he convertido en un auténtico Licenciado en derrotas, en un verdadero Especialista en fracasos y en un reputado Experto en frustraciones .
¿Curioso, verdad?
Quizá
Quizá sin que lo pienses, quizá hagamos el amor. Quizá, aunque no exista sentimiento, quizá te enamores de mí. Quizá antes que aterrice el otoño, quizá cuando llegue diciembre. Quizá aparezcas de repente, quizá me beses en silencio.
— ¿Qué me dices?
— ¡Quizá, pero solo quizá!
Corto y claro
Y eso fue lo que le dije a ella: ¡Me negaste el café de tu amor y a cambio me ofreces un cariño descafeinado, antes prefiero un vaso de agua, para que el calor abrasador de mis sentimientos, no me deshidrate el corazón y lo deje seco! Y ahí se terminó todo
¡Y ella, ni se inmutó, es que no movió ni los parpados!
Fran Laviada