Repulsa equilibrada
Mi suegro era un hombre muy rico, que nunca ocultó lo mal que yo le caía. Es un lujo que los millonarios se pueden permitir .No necesitan disimular. Aunque yo, que apenas tenía dinero y sigo sin tenerlo, miraba al viejo con la misma cara de desprecio. Al final, hay cierto tipo de deseos que se pueden satisfacer, ya seas rico o pobre, en eso afortunadamente existe igualdad.
Un hombre satisfecho
La satisfacción de lograr lo más cercano me evitó el fracaso de no obtener lo inaccesible. Por eso me casé con Miss Alcantarilla de la Arboleda, que es mi pueblo, en vez de hacerlo con Miss España.
Amistad desleal
Siempre tuve la sospecha de que Benjamín no era trigo limpio, a pesar de la amistad que manteníamos desde hacía muchos años. Por eso no me sorprendí demasiado cuando me enteré de que él y mi novia me la estaban pegando. Y ahora, que la enemistad nos ha separado para siempre, estoy tranquilo, pues siempre es preferible tener un enemigo declarado que un amigo traidor.
Fran Laviada
