La psicóloga Natalie Christine Dattilo de la Facultad de Medicina de Harvard identifica señales clave para reconocer este patrón dañino. Aquí hay cinco señales de que podrías estar atrapado en la trampa de la productividad tóxica:
Estás siempre corriendo:
Experimentas culpa por no haber cumplido con una tarea:
Sientes que tu autoestima depende de lo productivo que seas:
Te cuesta relajarte o dedicar tiempo a otras actividades:
Dejas tu autocuidado en un segundo plano: