Todos los seres humanos tenemos derecho a nuestra parte de felicidad, que más o menos puede ser (aquí hay opiniones para todo los gustos, al igual que si estuviéramos hablando de colores) ese estado de ánimo en el uno se siente contento y satisfecho disfrutando en un momento dado de lo que deseamos. Y eso hace que la alegría sea una compañera de viaje frecuente a lo largo de nuestra vida.
Sin embargo, hay otro concepto de felicidad tan materialista como hipócrita, que muy bien podríamos decir que es un invento del capitalismo más consumista, que nos quiere vender la falsa idea de que el dinero nos convierte en individuos felices (comiendo o no, perdices) y que nuestra dicha va irremediablemente unida al capital disponible en la cuenta corriente del banco.
Algo que equivale a decir, que a más dinero mayor bonanza existencial .Pues bien, yo cambio el pedazo de felicidad que como terrícola me corresponde, por algo mucho más beneficioso, estimulante y auténtico, que es sin lugar a dudas la Tranquilidad.
¡Todo OK para empezar el día!
Fran Laviada