Guarida perfecta
Los Zombis jugaban al escondite en el cementerio y uno se escondió en una tumba, por eso pasó desapercibido, ya que a nadie se le ocurrió buscarlo allí.
Infarto financiero
Fue al banco, le concedieron un crédito sin intereses y, del susto, se murió de un ataque al corazón.
Conformismo vital
¡Hoy estoy vivo, y mañana, si no muero, seguiré igual!
¿Qué más puedo pedir?
Adopción
Indalecio tuvo catorce hijos, pero sin duda al que más quería era Manolín, el único adoptado y además, era el más parecido a él.
¿Qué raro, no?
Honradez atípica
¡Jamás he sido un corrupto, tan solo he cobrado pequeñas comisiones!
Afirmó el ministro, mientras su maletín decía lo contrario.
Fran Laviada