Sin urgencia
El iluminado de turno dijo:
¡En el mundo de los vivos reina el egoísmo y en el de los muertos, la paz eterna, aunque yo no tengo prisa por cambiar de barrio!
Despedida
Era mudo y solo el día que murió consiguió hablar.
¡Hasta luego!, fueron sus únicas palabras.
Espectro familiar
Mi primo Aniceto era un fantasma en toda la extensión de la palabra, por eso siempre pasaba desapercibido, incluso para la familia.
Despistado
Ezequiel era muy despistado y solo en el mismo momento en el que murió, se dio cuenta de que lo habían matado.
Sicario
Heredó orgulloso la profesión mafiosa de su padre y se convirtió en asesino a sueldo, aunque nunca fue consciente, de que cualquier idiota es capaz de matar.
Fran Laviada