Diluvio incesante
En enero comenzó a llover, estamos ya en diciembre y sigue igual, pero a pesar de ello me resisto a comprar un paraguas.
Opinión interesada
¡El entrenador no tiene ni puñetera idea, pero qué sabio es cuando me pone!, dijo el futbolista sin inmutarse y salió a calentar.
Gustos de catre
Ella siempre se sintió atraída por los hombres de modales exquisitos, aunque al final, siempre se acostaba con impresentables.
Cabreo sanitario
Entró andando y salió con los pies por delante.
¡Vaya, hospital de mierda!
Fue lo que dijo el muerto con un considerable enfado.
Transparencia corporal
Era invisible y se dedicó a lo que mejor sabía hacer, es decir, a robar y nunca hubo testigos que lo acusaran, por eso jamás puso un pie en la cárcel.
Fran Laviada