Una relación larga. Tantas promesas .Un malentendido. Una estúpida enamorada. Él.

Todo iba tan bien entre nosotros, no entiendo que fue lo que pasó por tu cabeza. De la noche a la mañana me pediste un tiempo. Sin razón y sin motivos. ¿Qué significa “un tiempo”?

Simplemente estoy confundida. Dices que hay que ver lo que el destino nos depara. Dices que no sabes si lo nuestro es amor o sólo pasión. Dices que el futuro ya está escrito y hay que ver que tiene para nosotros. Dices que estás confundido, pero en realidad la persona confundida soy yo.

Te he dicho mil cosas: intentarlo en serio basándonos en la confianza, aceptación mutua ya que no somos perfectos, diálogo para solucionar problemas, honestidad y sobre todo fidelidad, etc... Te he pedido mil explicaciones y tú sólo respondes: “no sé”, a todo.

Ya han pasado unas semanas desde que aquel tiempo dió inicio. Tú sales a fiestas, te diviertes tanto con tus amigos como con otras mujeres. Yo me quedo en casa, esperando algún mensaje tuyo... Una señal, pero nada. Me siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder.

Hay veces en las que me hablas, ¿será por qué estás aburrido y no tienes a nadie más? ¿O será por qué aún te sigo escribiendo y te doy pena? Qué estúpida fui y soy.

Dejé todo por ti y no te das cuenta. Mi orgullo, dignidad, respeto propio, incluso amigos(as) y más. Pero ya no estoy dispuesta a seguir esperando algo más de ti. No creo que seas tú quien llene ese vacío que en mi dejaste.

Sabes muy bien que siempre estaré para ti, lamentablemente. Pero siento que debo detener eso. Es hora de darme mi lugar y seguir adelante con el dolor de mi alma. Diría corazón, pero ya literalmente no cuento con uno.

Yo busco una relación estable. Busco un hombre seguro. No uno que deje llevar por saciar sus ganas. No uno que viva ciego por el hedonismo. Quiero una relación en la que si hay un problema este se resuelva hablando y no faltándonos el respeto. Una relación seria, nada de terminar y volver, terminar y volver... El amor verdadero es conocer el lado más oscuro de una persona y aún así, con defectos y todo, amarlo aún más. No restregárselos todos en la cara al pelear. Alguien que muestre interés día a día, no un día si y otro no. Alguien que te enamore a diario como si aún no te tuviera.

Si no estás dispuesto a ello y te suena aburrido, te dejaré ir. No te estoy poniendo reglas para seguir con lo nuestro. Te estoy dejando en claro como tiene que ser una relación (en breve) para que funcione. No sólo yo busco algo así, muchas personas también.

Si peleamos, arreglar las cosas. Pero... Si te aburriste, terminar. Si te gusta otra, terminar. Deja de ser un estorbo en mi vida pidiéndome un tiempo, dejándome en la duda. Agarra un poco de valor para poder decirme que te vas, así como tienes el valor de coquetearle a otras con tu foto de perfil a mi lado “súper enamorados”.

Pedir un tiempo es una forma cobarde de terminarle a alguien. Ese tiempo que quieres no es para reflexionar, es para poder olvidarme y si no lo consigues volver conmigo para no quedarte sólo. Pedir un tiempo es de mediocres que no saben tomar una decisión.

Pero adivina qué. Yo si sé tomar decisiones. Me enseñaste a hacerlo por mi bien. Y te dejaré ir si es lo que quieres, pero si en verdad me amas lúchala y despabílate un poquito ¿no? Hay un límite en el amor y se llama dignidad. Yo la perdí hace mucho por ti, pero ahora la tengo de vuelta y más fuerte que nunca.

Aún tengo un poco de fe en ti. Sí que el amor es ciego. Ojalá no la pierda cuando quieras regresar por mi, porque una vez que haya decidido dejarte no volveré a caer jamás.

Todo está en tus manos mi querido idiota.

Porque nada me hace más feliz y nada me hace más triste que tú.